El comandante en jefe del Ejército chileno, el general Ricardo Martínez, inculpado en una investigación judicial sobre fraudes en la institución castrense, renunció a su cargo, a solo una semana de la fecha en que debía entregar la comandancia a su sucesor y ante la decisión de la jueza Romy Rutherford, que investiga la trama, de interrogarlo.
Ante su inminente arresto, Martínez decidió abandonar su puesto, el mismo que ocupó el dictador Augusto Pinochet entre 1973 y 1998 y que tiene a tres de sus cuatro sucesores procesados por malversación: Óscar Izurieta, Juan Miguel Fuente-Alba y Humberto Oviedo. El general Izurieta reconoció ante la jueza el desvío de gastos reservados para financiar a la familia de Augusto Pinochet, muerto en 2006, y su viuda fallecida en 2021.
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