La aventura en Mali continuaba, llegando de esta forma a zonas más tranquilas y seguras. Disfrutamos de Djenne y su antigua mezquita de barro, además de otras etnias interesantes como los fulani, bozo o bobo. Una vez en Bamako de nuevo, escuchamos historias sobre el trabajo más duro del país. Los trabajadores de la arena, en el río Níger. Nos acercamos a investigar algo que no había sido documentado y lo que encontramos nos sorprendió mucho. Un panorama dantesco.