Cuando comenzaba la ofensiva rusa en Ucrania, representantes de primer nivel del gobierno estadounidense se reunieron con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para hablar del petróleo venezolano para suplir el faltante de petróleo ruso en Estados Unidos, en una negociación directa también impensada.
La estadounidense Chevron insiste en que está lista para duplicar la producción de crudo venezolano en pocos meses. EU debía al menos aliviar las sanciones sobre Venezuela, y reconocer a Nicolás Maduro como presidente, pero en Washington aún insisten en la reincorporación rápida de Venezuela a su patio trasero, con una intervención, o un derrocamiento.
A pesar del aparente parate, nadie dice que la negociación esté cerrada, analiza Marcos Salgado.
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