Se trata de «Un solo poema», dice Sonia Chocrón, y nos señala las escalas de un viaje. Esta obra podría ser definida como una declaración de principios, que parte con una cita del poema litúrgico de Rabí Abraham Hazzan de Gerona (siglo XIII) que rubrica este poemario, y luego pasa a Idea Vilariño y a Alejandra Pizarnik.
Tres voces y un puente que nutre sus letras: raíces judías que la poesía sostiene con voces americanas. De esta forma, Hermana pequeña / Ajot Ketaná, en voces hebreas, ladinas y marcadas venezolanas, resuena en este territorio de tradiciones y vivencias; de búsquedas, anclajes y encuentros; de arribos y despedidas. Líneas que conjugan huidas, abandonos y rescates a través de la memoria, de la amorosa entrega a lo más cercano, del sensual pasaje por su cuerpo. «Ser lo que uno es»: no insistir hasta que no sea necesario recordárselo a quienes niegan o no quieren oír.
«¿Por qué sigo invocando?», se pregunta. Y la respuesta está en esta obra. Sonia Chocrón es parte de la «Generación S»: que afirma ser sobrevivientes de explusiones, de la Shoá, del odio y la miseria, de la inmundicia que invade «este territorio de males».
Para presentarla, Sonia Chocrón estará acompañada de la escritora Zoé Valdés.
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