Abordamos hoy la primera etapa del complejo de Edipo, que es la más famosa. Una vez que el niño ha comprendido que la Totalidad no se puede completar desde el lugar en el que él está, sino desde el lugar al que hemos llamado “Padre”, comienza lo que Freud llamó “identificación con el rival”. Se trata del intento del niño de ocupar el lugar del Padre, según la fantasía de Sófocles en Edipo Rey. Es un momento en el que el niño admira a su padre porque quiere suplantarle, al mismo tiempo que lo odia por estar donde él no logra estar. Es la famosa “ambivalencia” freudiana respecto del padre. Pero esto es sólo la primera etapa del Edipo. En los próximos capítulos, mediante una lectura de El yo y el ello, veremos como Freud modificó y completó este esquema simple por uno más complejo, en el que podremos encontrar la clave de la inserción del niño en la vida adulta en tanto que sujeto hablante.