La fisonomía -pseudociencia basada en el estudio de la apariencia de las personas, sobre todo sus caras, para conocer sus personalidades- ha existido desde hace siglos. Aunque hoy en día son pocos los que se la toman en serio, la ciencia demuestra que es imposible resistirse a las primeras impresiones. Observar a alguien por menos de un segundo puede ser suficiente como para hacernos una idea sobre esa persona. Es más, estas impresiones predicen resultados concretos, incluyendo elecciones políticas, transacciones económicas y sentencias judiciales. Utilizando métodos de vanguardia, hoy podemos traducir las primeras impresiones en conceptos como por ejemplo fiabilidad o agresividad. ¿Tienen razón entonces los fisonomistas? En cierto sentido, gracias a estos métodos, pareciera que sí. Pero... los mismos estudios revelan que las afirmaciones de los fisonomistas modernos pueden ser tan exageradas como las del pasado. ¿Cómo llegar a un equilibrio cuando necesitamos entender a los demás y la mayoría de las veces es tan poca la información disponible sobre ellos?
Visita: puertodeideas.cl