Las altas expectativas de la ciudadanía, el complejo escenario económico y social marcado por la inflación, la altísima desigualdad, el permanente bombardeo de la prensa hegemónica y el agitado panorama internacional son factores que han opacado los aciertos que ha tenido la administración del nuevo presidente Gabriel Boric, en sus dos meses en el poder.
Pese a los avances, la llegada de Boric al gobierno ha sido compleja. Su popularidad ha ido bajando en picada. De todo el gabinete, su exjefa de campaña y hoy ministra del Interior, Izkia Siches, es la que tiene mayor desaprobación: 63%.
El gobierno apunta a paliar los efectos de la alta inflación en los sectores más vulnerables. Los analistas prevén que continúe en aumento y ese es uno de los factores que complican al gobierno, como lo es también la guerra en Ucrania.
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