El gobierno de Joe Biden decidió tomar algunas medidas para mejorar el vínculo estadounidense con Cuba. Liberar el envío de remesas y aumentar el flujo de viajes no son temas menores. Pero esto no implica eliminar el bloqueo impuesto hace 60 años y que es la traba central a la relación entre ambos países.
Estas medidas se dan en el marco de las críticas a la Casa Blanca por no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la novena Cumbre de las Américas prevista para el 6 de junio en Los Ángeles, pero difícilmente las logren acallar.
Análisis de Pedro Brieger
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