El presidente colombiano Iván Duque va de salida, el 7 de agosto asumirá Gustavo Petro, pero sigue intentando dañar las relaciones bilaterales.
El presidente venezolano Nicolás Maduro advirtió que aunque Duque se va al basural de la historia, no se puede bajar la guardia, y que hay planes para realizar ataques terroristas contra personalidades, líderes políticos y militares, y para atentar contra el sistema eléctrico. El viernes hubo un extenso corte de energía en Caracas, por un atentado en una subestación eléctrica.
Duque aseguró que Maduro no estará en la toma de posesión de Petro porque él no le permitirá ingresar a Colombia. En rigor, esa bravuconada parece beneficiar a Petro y a Maduro al anular la previsibles especulaciones en medios hegemónicos de si Maduro va, si Petro lo invita o no. Un análisis de Marcos Salgado
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