Gran Bretaña demostró otra vez que no reniega de su historia pirata de ex potencia colonial, y le negó a Venezuela el acceso a las reservas de 31 toneladas de oro, valuadas en unos 1.900 millones de dólares, en manos del Banco de Inglaterra.
Es una nueva resolución judicial en un caso que no es nuevo, en mayo de 2020, cuando el Banco Central de Venezuela presentó una demanda contra el Banco de Inglaterra por su negativa a dar acceso a las reservas de oro, y no cumplir la orden de transferir 930 millones de euros de esas reservas, que iban a ser destinados a un fondo de la ONU para la lucha contra la Covid-19 en Venezuela.
Análisis de Marcos Salgado
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