Degustar nuevos sabores es una de las cosas que más disfruto cuando estoy viajando. Es más, creo que viaje y gastronomía van cogiditos de la mano. Catalogada como un paraíso en cuanto a comida se trata, Taiwán tiene innumerables platos y pasabocas para probar. Ir a los mercados nocturnos, caminar por sus calles llenas de kioscos de comida y visitar los restaurantes concurridos por los lugareños, es imprescindible no solo en la capital, Taipei, sino también por sus pueblitos aledaños.
La gastronomía de Taiwán está influenciada tanto por las tribus aborígenes, como por las provincias del centro y sur de China y por Japón (Japón dominó a Taiwán durante 50 años). No es picante ni tiene ingredientes muy raros, pero eso sí los taiwaneses son muy ingeniosos a la hora de combinar texturas y sabores. Utilizan especias y condimentos de una manera algo novedosa: ¿Alguna vez has probado helado con cilantro? Puede que no lo hayas hecho ni se te haya ocurrido, pero en Taiwán este helado es un éxito.
De toda la oferta que allí se encuentra, hubo unos sabores que me fascinaron y otros que… no tanto. Estos platos que te describo a continuación son los que más sobresalieron en mi paso por Taipei (la capital), y los pueblitos de Jiufen y Shifen. No representa toda la oferta porque eso sería una lista inmensa, pero sí lo más representativo de la cultura.