Con un acto multitudinario en la Plaza de Bolívar en Bogotá, Gustavo Petro quedó posesionado como el primer presidente progresista en toda la historia de Colombia y en su discurso habló de la necesidad de una verdadera unidad latinoamericana. Y Francia Márquez, su vicepresidenta, visitó varios países de la región en los últimos días.
Los colombianos en todo el país se ganaron el derecho de festejar este gobierno popular. Ahora empezará la tarea titánica: la paz, la distribución de la riqueza, la igualdad, la Colombia Humana, ya no como slogan, sino como realidad de construcción política, por primera vez desde el Estado colombiano.
Análisis de Marcos Salgado
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