EN FOCO
Lo que los chilenos definirán el próximo 4 de septiembre es si aprueban o rechazan la Constitución propuesta por los 154 miembros de la Convención Constituyente. Ambas opciones son las únicas que dispone esta convocatoria electoral, por lo que constituye una falacia o un mero truco electoral convocar al apruebo o al rechazo para reformar.
Más de 30 años ha demorado que los gobernantes y parlamentarios chilenos se decidan a terminar con la Constitución de Pinochet y ello fue gracias al estallido social que facilitó que Gabriel Boric asumiera la presidencia.
Mientras, crece la pobreza, la desigualdad y los negocios de los grandes e intocables empresarios de la minería, las forestales, los bancos y el gran comercio. Crece una desesperanza que promete volver a estallar, cualquiera que sea el resultado del Plebiscito.
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