Dominar la naturaleza y poner su energía al servicio del hombre es un desafío ya superado gracias a la construcción de megapresas hidroeléctricas. Tres presas excepcionales revolucionaron las técnicas de construcción y marcaron nuevos récords en la ingeniería. En 1960, la presa de Serre Ponçon fue la primera de una serie de hazañas verdaderamente gigantescas. A más de 120 metros de altura, su embalse constituye el mayor lago artificial de Francia. Sin embargo, para lograr esto, en el valle de abajo, hubo que inundar dos aldeas. Romanche-Gavet fue inaugurada recientemente y, desde 2020, representa una tecnología sin parangón.