La región polar, donde la luz eterna y la oscuridad eterna se turnan para desafiar a toda la vida animal y vegetal, haciendo de esta región uno de los entornos más extremos del planeta. Por encima del círculo polar ártico, las noches de invierno duran meses, aparentemente trayendo toda la vida a un alto y dejando paso a vientos gélidos que barren el paisaje árido. Pero a segunda vista, esta región inhóspita es el hogar de animales y plantas notablemente resistentes que han evolucionado para sobrevivir e incluso prosperar en condiciones tan duras. Han desarrollado técnicas de supervivencia verdaderamente únicas para soportar la oscuridad perpetua. Y han aprendido a aprovechar realmente el día polar en cuanto el sol sale por el horizonte y cubre el paisaje con una luz cálida y duradera. En esta serie de dos partes, que abarca tanto el día como la noche polar, seguimos los caminos de sus habitantes mientras nos conducen a través de paisajes escarpados llenos de contrastes extremos y una belleza magnífica.