La noticia espanta. Y las imágenes, espantan más. Una persona intentó disparar una pistola a centímetros del rostro de la vicepresidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El Presidente Alberto Fernández en cadena nacional lo definió con claridad, dijo que la convivencia democrática está quebrada por el discurso del odio.
Cristina Fernández ahora, Nicolás Maduro hace unos años, antes Rafael Correa, cuando era presidente de Ecuador; pero también ahora hace poco Gustavo Petro en Colombia haciendo campaña electoral entre paneles blindados y Lula da Silva en Brasil en campaña con chaleco antibalas.
Hay una progresión, una violencia creciente, construida desde las derechas y en Argentina en particular tolerada en general desde las instituciones del Estado.
Análisis de Marcos Salgado.
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