Pasó una semana desde el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y hay muchas dudas todavía sobre cuáles son los nombres y apellidos de quienes están detrás y hasta dónde escalará la cadena de responsabilidades.
Así como hay una indudable responsabilidad política por el avance de la violencia en los medios de comunicación y en la dirigencia política de derecha, no se puede perder de vista que hay una responsabilidad por omisión, que incluya al Frente de Todos en el gobierno en Argentina, pero especialmente al Estado y al presidente Alberto Fernández.
La derecha tiene en el lawfare una herramienta clave, pero no es la única: también está arrastrando a escenarios de eliminación física de militantes y dirigentes. Es, de una u otra forma, responsable político de la mano en el gatillo.
Análisis de Marcos Salgado.