Sus letales técnicas de caza les ha valido para recibir tal apodo y, además, son capaces de asociarse para batir a presas se un tamaño mucho mayor; se valen de sus afilados dientes y de su insistencia en la mordida
Inteligentes, letales, rápidas y sociables. La orca asesina parece una máquina ingeniada por la naturaleza para cumplir un propósito: matar. Su índice de letalidad es superado solo por un animal: los seres humanos.
La orca asesina es uno de los mamíferos más reconocidos en el planeta Tierra, pero debemos preguntarnos: ¿por qué se les conoce como ballenas y orcas asesinas? Pues si en el párrafo anterior tu respuesta no está satisfecha, en esta ocasión te contamos acerca de uno de los grandes depredadores del mar.
La orca asesina forma parte de la familia Delphinidae junto a los distintos tipos de delfines que habitan los mares, de modo que llamarlas ballenas es erróneo. De hecho, las ballenas forman parte de una familia completamente distintas denominada Balaenidae.
Las orcas comparten muchas características en común con los delfines: poseen la habilidad de ecolocalización como las belugas, una fila de dientes afilados, un espiráculo u orificio nasal sobre sus cuerpos y una gran inteligencia que les permite coordinar acciones con otros individuos.
A simple vista, parece que las orcas no se diferencian mucho de los otros miembros de su familia sin contar su morfología física: de cuerpo alargado, con manchas blancas laterales similares a unos ojos y una gran movilidad para su tamaño.
Así que: ¿por qué orca asesina? Pues esto se debe a las grandes historias de los marineros de antaño y a las técnicas de caza que emplean cuando persiguen a sus presas. Lo más curioso de las orcas asesinas es que cada clan posee técnicas muy diferenciadas a las de otro clan en cualquier parte del mundo.