La minería espacial, cada vez más cerca de hacerse realidad: "Es necesaria incluso para que la humanidad progrese"
Perforar un túnel de varios centenares de metros en un asteroide del tamaño de Texas para colocar una bomba, detonarla y salvar, así, a la humanidad. Suena a ciencia ficción. Lo es. Se trata del argumento de la mítica película 'Armageddon', basada en una particular visión de su director, Michael Bay, de la minería espacial. Abordada más recientemente por el film 'No mires arriba', esta disciplina acapara los focos cada vez que en la industria escasean ciertos materiales abundantes en otros astros. Sin embargo, deberá pasar todavía un tiempo para que la explotación de estos recursos se convierta en una realidad.
No es de extrañar que esta posibilidad de obtener materiales más allá de los límites de la Tierra ejerza una especial fascinación sobre los espectadores, los científicos y las empresas, pues constituye un auténtico desafío para los investigadores y una fuente de recursos casi inagotable. De hecho, uno de los asteroides del millón que orbita en el cinturón entre Marte y Júpiter, el Psyche 16, tiene por sí solo un valor de aproximadamente 10.000 trillones de dólares, gracias a sus reservas de oro, hierro y níquel, según ha calculado la NASA. Pero, ¿en qué consiste exactamente la minería espacial?
Se trata de la explotación de los recursos minerales -aunque el campo no está cerrado a los energéticos- de cuerpos menores que orbitan alrededor de la Tierra, como la Luna y los asteroides, según explica Francisco Javier de Cos, ingeniero de minas y catedrático de la Universidad de Oviedo. No obstante, si la tecnología avanzara lo suficiente, podrían entrar en el punto de mira de esta disciplina también otros astros más lejanos, como los cometas o los satélites de planetas como Júpiter, algunos de ellos muy ricos en hidrocarburos.
¿En qué punto está la minería espacial?
Actualmente, esta ciencia se encuentra todavía en un nivel "incipiente", centrado en "el sondeo, la prospección y la caracterización" de estos cuerpos, para identificar aquellos más interesantes por tener metales raros, preciosos y escasos en la tierra, detalla De Cos. Es precisamente a esto a lo que se dedica el Grupo de Modelización Matemática Aplicada que dirige en la Universidad de Oviedo, a analizar mineralógica y morfológicamente estos astros y estudiar la técnica ideal para explotarlos en el futuro. "Sentamos las bases para una actividad minera posterior. Estamos todavía experimentando, no mandamos misiones ni nada por el estilo", aclara.