¿Sabías que tenemos un SEXTO SENTIDO? Se llama PROPIOCEPCIÓN y nos permite conocer la posición, la velocidad y la dirección de cada parte del cuerpo, la veamos o no, y por eso es esencial para movernos por el mundo.
Hoy quiero contarte el caso de Ian Waterman, un hombre que con 19 años sufrió una fuerte infección que tuvo una de las consecuencias más extrañas e inesperadas para los médicos de la época: de un día para otro, Ian perdió la capacidad de sentir su propio cuerpo. ¿Qué había ocurrido?
Visita: www.patreon.com