Más que un juguete multipremiado y vendido en todo el mundo, el cubo de Rubik se convirtió en los años 80 en un reto generacional que no ha pasado de moda. Quien "descubrió" su figura, —porque Erno Rubik no se considera un "inventor"—, desvela en este vídeo el secreto del éxito de sus rompecabezas, a través de una reflexión sobre las matemáticas, la educación y la vida.
El arquitecto y profesor Erno Rubik diseñó en 1974 una forma geométrica, colorida y mecánica, que se convertiría en el rompecabezas símbolo de la década de los 80. El famoso "cubo de Rubik" no es solo el juguete más vendido a nivel mundial, premiado como Mejor Juego en varias ferias internacionales, sino casi un pensamiento, una teoría sobre la naturaleza y las posibilidades, que permite a niños y mayores descifrar un enigma, con más de 43 quintillones de combinaciones posibles.
Autor de diversos artilugios y rompecabezas, a medio camino entre la geometría y el arte, el profesor Rubik ha continuado su legado educativo en la Escuela de Artes Comerciales de Budapest, la Academia Europæa y la Fundación Rubik, donde fomenta la creación de jóvenes ingenieros y diseñadores. "Si pierdes la curiosidad es una tragedia. En mi opinión, es el fin de tu vida. La curiosidad por lo que sucederá mañana es lo que necesitas para llegar a mañana. Y si se te ocurre una pregunta interesante, tienes que estar decidido a descubrir la respuesta. No debes tener miedo al fracaso, porque se puede aprender más de los fracasos que de los éxitos", desvela el creador del cubo universal. En 'Rubik', sus recién publicadas memorias, sostiene que el espíritu lúdico infantil en la edad adulta es la llave de la creatividad y defiende una nueva manera de pensar.
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