No hace mucho tiempo que los microplásticos son un problema público. Christian Laforsch es un pionero en la investigación de estas partículas. Le interesa especialmente su peligrosidad, pues podría ser algo decisivo para nuestra vida en el futuro.
Los microplásticos son partículas diminutas que se encuentran en todas partes: en la nieve de las montañas, en el agua de nuestros ríos y en el aire que respiramos. Son tan pequeñas que solo se pueden ver con un microscopio. Christian Laforsch, profesor de la Universidad de Bayreuth, y su equipo se propusieron encontrar estas capciosas partículas. Las detectan en el agua, en el aire y en el suelo mediante aparatos de medición de fabricación propia. Sin embargo, además de encontrarlas, los investigadores también quieren saber lo peligrosas que son tanto para las personas como para el medio ambiente.
El objetivo más importante, en cualquier caso, es evitar la aparición de microplásticos. Este es el ámbito en el que trabaja la química Seema Agarwal, quien conoce muy bien el problema que supone para su país, la India. Su motivación para resolver este grave problema es personal. Por eso quiere desarrollar bioplásticos que se degraden por completo en el medio ambiente. Y para lograrlo no se queda en su laboratorio, sino que contacta con la industria química, que es la que desarrolla nuevos plásticos. Está convencida de que ese es el primer paso para evitar que haya microplásticos.
| Licenza: © all rights reserved
