Según un reciente estudio, el número de gorilas de montaña aumentó ligeramente. Pero esta historia de éxito en la protección de especies en peligro de extinción también tiene su lado negativo. ¿Qué pasa cuando aumenta la población, pero no su hábitat?
Los últimos gorilas de montaña del planeta viven en dos pequeñas áreas protegidas en el este de África. Algunos, en las laderas del volcán Virunga (entre Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo), otros, en el bosque Bwindi en Uganda. Dos pequeños enclaves, rodeados de zonas que tienen una de las densidades de población humana más altas de África. Los animales no pueden emigrar. Científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig y el Fondo de Gorilas Dian Fossey han descubierto que los grupos de gorilas ahora se encuentran con mucha más frecuencia que antes. Encuentros que, a menudo, terminan en peleas; a veces mortales. Nuevos análisis de muestras fecales y observaciones a largo plazo confirmaron que el nivel de estrés de los animales aumentó significativamente.
¿Dónde están los límites de la protección de las especies y cómo reaccionan los expertos ante los nuevos desafíos? Este reportaje muestra imágenes impresionantes de los últimos gorilas de montaña que viven en libertad en el mundo y presenta los desafiantes hallazgos de los exitosos esfuerzos por la conservación. Al final, se plantea la cuestión del futuro de la convivencia entre humanos y animales.
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