El reportaje muestra la lucha para preservar especies animales sin glamur. El panda y el tigre están considerados los íconos de los esfuerzos conservacionistas, pero no son las únicas especies que necesitan ayuda.
¿Por qué el pez gota tiene tan mala estrella? Millones de personas hacen donaciones para proteger animales de aspecto tierno y con potencial mediático. Otros, de aspecto menos agraciado, parecen condenados a extinguirse en el más descarnado anonimato. Una problemática que motivó al humorista británico Simon Watt a fundar en 2012 la "Ugly Animal Preservation Society”, la asociación para la preservación de animales feos. Su recurso para ganar adeptos es el humor. "Es difícil explicar a la gente que también es importante proteger a los animales poco vistosos o supuestamente repelentes”. En sus actos públicos, Watt presenta al melancólico pez gota, al mono narigudo o a la tortuga del río Mary, a la que le crecen algas en el caparazón, y pregunta a su público cuál de estos animales es el más feo.
Otro candidato a ese dudoso honor sería el proteo, un anfibio de color rosáceo con branquias y patitas mínimas. No es precisamente un adonis y está en peligro de extinción. En Alemania su censo consta de siete ejemplares, todos ellos en una cueva de la cordillera del Harz. Tienen más de 80 años y aún no se han reproducido. Unos datos sorprendentes que pasan inadvertidos para la opinión pública.
El aspecto del proteo no era precisamente un reclamo para las organizaciones o instituciones conservacionistas... hasta ahora. Markus Mende, empleado de la oficina de turismo de Oberharz am Brocken, quiere convertir al discreto anacoreta en una estrella. Para ello necesita, claro está, una agencia de publicidad. ¿Logrará convertir al proteo en una figura simpática que anime a la gente a donar?