EN FOCO
Un Tribunal Oral Federal de Buenos Aires condenó a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en una causa por adjudicaciones de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, en el sur del país, cuando era presidenta.
Tras escuchar la condena en su contra, la dos veces presidenta dijo que la sentencia en su contra fue dictada por un "estado paralelo, una mafia judicial" y anticipó que en 2023 no será candidata a ningún cargo electivo, por lo que quedará sin fueros a partir del 10 de diciembre del año próximo.
El escándalo crece, y su final está lejos de vislumbrarse. Por ahora está claro que Cristina Fernández sigue jugando fuerte en la política argentina, identificando con claridad a sus verdugos, el Grupo Clarín y el Estado paralelo de la justicia “amarilla”, en referencia al color del partido que identifica al ex presidente Mauricio Macri.
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