Alejandro Astesiano y Sebastián Marset no son solo dos nombres de ciudadanos uruguayos sino la carátula de dos de los casos delictivos y de corrupción más sonados en los últimos meses en Uruguay, que están haciendo mella al gobierno multicolor liderado por el derechista Luis Lacalle.
El caso Astesiano, jefe de custodia del presidente, acaparó las portadas y portales de noticas por semanas enteras opacando al caso Marset. Pero unos chats de altos cargos ministeriales revivieron esta trama delictiva y dejan en claro las desconexiones del gobierno y la falta de rumbo en estos casos que lo sacan de libreto.
Los chats entre el número dos del Ministerio del Interior Guillermo Maciel y su par de la Cancillería, Carolina Ache dejan claro que altos funcionarios del gobierno sabían de la peligrosidad de Marset.
Análisis de Nicolás Centurión.
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