En Suiza, se está recuperando la antigua tradición del cultivo de la seda. Para ello, sus productores han tenido que adquirir los conocimientos sobre cómo criar las orugas y cómo cultivar la planta que las alimenta, la morera.
Ueli Ramseier, cofundador de la asociación "Swiss Silk", cría gusanos de seda para volver a producir este tejido en Suiza. Entretanto, ha trasladado la cría del baño al garaje. El gusano de seda no puede vivir en la naturaleza; necesita los cuidados de los humanos. Con el hilo de seda de sus 12.000 gusanos, Ueli Ramseier abastece no solo a la industria de la moda, sino también a empresas médicas.
El diseñador de moda Rafael Kouto ganó el Premio Suizo de Diseño 2019 por una colección que elaboró con seda suiza sostenible. Para el sericicultor Ueli Ramseier, se trataba, por supuesto, de una idea de negocio, pero también quería demostrar que no es necesario importar seda desde China, a miles de kilómetros, lo que genera una gran huella de carbono. Su objetivo: convencer a más personas de que críen orugas en el centro de Suiza para producir moda sostenible a nivel local.