Una multitud proveniente de distintas regiones de Perú colmó la capital para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la convocatoria de nuevas elecciones, la instalación de una Asamblea Constituyente y sanción a los culpables por los muertos de la represión.
Caminaron varios días desde sus comunidades del norte y del sur, trabajadores, cholos, aymaras, quechuas y en Lima también fueron duramente reprimidos. Ya no se trata de una movilización episódica ni puntual, sino que se extiende en el tiempo y abarca todo el Perú.
Ya suman más de medio centenar los fallecidos a manos de las fuerzas de seguridad, de los cuales 44 han perdido la vida por disparos. El gobierno y la derecha parlamentaria y mediática respaldan a los elementos castrenses y agentes denunciados por disparar contra manifestantes y criminalizan a quienes se movilizan exigiendo la renuncia de Boluarte, acusándolos de violentistas y terroristas.
Visita: surysur.net