Gracias al activismo de Nadia Murad, una iraquí ganadora del premio Nobel de la Paz abusada sexualmente por integrantes del autodenominado Estado Islámico (EI), alrededor de 100 mujeres yazidíes fueron recibidas en Francia gracias a la promesa hecha en 2018 por el presidente Emmanuel Macron de apoyar a su comunidad, una de las más afectadas por el grupo islamista. Ocho meses han transcurrido desde su llegada al país europeo con cultura e idioma diferente. Sin embargo, mantienen la convicción de que algún día los crímenes del grupo terrorista sean reconocidos como genocidio.