En la región de Bretaña occidental francesa, los pescadores senegaleses viajan a bordo de pequeñas embarcaciones desde primera hora de la mañana para pescar en los mercados locales de Guilvinec y Lorient. Han venido a Francia a trabajar porque el sector pesquero en su país está en crisis debido a la sobreexplotación. A pesar de la distancia, estos hombres mantienen fuertes vínculos con su natal Senegal.