Por doce años Jacques Chirac dirigió el destino de Francia. Durante su mandato tuvo una destacada cercanía con el mundo árabe y convivió con un primer ministro de carácter socialista. Sin embargo, su trabajo más importante fue el haber colocado la voz del país en el mundo entero donde una negativa a Estados Unidos, para intervenir militarmente en Irak, marcó la política exterior del mandatario.