En Montenegro, la construcción de una autopista para abrir la nación balcánica lleva ahora más de dos años de retraso. Con sus altos costos ambientales y financieros (más de mil millones de dólares), este faraónico proyecto ha aumentado peligrosamente la deuda del país de 600.000 habitantes. El trabajo está siendo financiado por un banco chino y en gran parte realizado por una empresa estatal china y una firma local cercana al Gobierno anterior, que firmó el acuerdo.