En Yibuti casi la mitad de los hombres consume khat, una goma de mascar que es una droga con efectos similares a la anfetamina. En promedio, se gastan el 40% del presupuesto familiar en la goma. Un riesgo financiero cuando el desempleo afecta a una de cada dos personas. Los efectos del khat en la salud también lo convierten en un vector de problemas sociales y de salud.
A pesar de esto, el khat es legal: trae ingresos fiscales al Estado, que incluso posee el monopolio de la venta. Una situación que impide que el Gobierno combata esta adicción.