En Francia, los ciudadanos comunes han optado por ayudar a los demás, incluso si eso significa poner en riesgo su propia libertad, su trabajo y su comodidad. Vienen de todas las clases sociales y profesiones, pero comparten el deseo de ofrecer una mano amiga a los migrantes en Francia provenientes de África, Medio Oriente, Europa del Este, Asia Central y otros lugares. Ofrecen su ayuda sin distinción, tanto a los que quieren quedarse, como a los que esperan cruzar el Canal de la Mancha para llegar a Reino Unido. Nuestros reporteros fueron al encuentro de estos ‘buenos samaritanos’.