A pesar de estar al borde del colapso, la economía libanesa mantiene a flote a un vecino problemático: la Siria de Bashar al-Assad. Para eludir las sanciones internacionales contra el régimen de Assad, en particular la Ley César impuesta por Estados Unidos, productos como alimentos y gasolina se contrabandean a través de la frontera hacia Siria en una escala masiva. Nuestros reporteros James André y Mayssa Awad investigaron un fenómeno que cuesta a la economía libanesa varios millones de euros al día e impide que la comunidad internacional acuda en su ayuda.