DESDE EL SUR
Hace más de 150 años Carlos Marx sentenciaba que la religión era el opio de los pueblos. Es verdad que en esa época la mayoría de la población mundial adhería a algún credo o comunidad de fe, pero esto sigue siendo así también hoy. Cabe preguntarse qué pensaría Marx si hubiera visto a los sacerdotes para el Tercer Mundo en América Latina luchando contra dictaduras y viendo los cambios que han habido en la mayoría de las religiones. Un análisis de Pedro Brieger.
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