El brote de Covid-19 y las medidas de confinamiento tomadas para evitar el aumento en los contagios se convirtieron en un problema mayor para una parte de los estudiantes extranjeros o franceses procedentes de territorios distantes a Francia metropolitana. La cuarentena ha dejado a los jóvenes privados no solo de sus cursos, sino también de comedores y trabajos ocasionales afectando sus ingresos. En medio de la situación han surgido algunas iniciativas para ofrecer ayuda, pero estas no minimizan el sentimiento de abandono y depresión por el que atraviesan al estar lejos de casa.