El pueblo Hazara es considerado una minoría étnica en Afganistán y Pakistán. Practicantes del Islam chiita, representan casi el 20% de la población afgana pero se han visto en la necesidad de huir del territorio afgano, anteriormente por la invasión soviética en la zona y desde hace 20 años por la persecución religiosa del régimen Talibán. En enero de 2021, una masacre provocada por la rama afgano-pakistaní del autodenominado Estado Islámico en una mina ubicada en Quetta, Pakistán, generó la ira de la población que pide más protección a las autoridades.