La historia del pueblo Yazidí es una crónica de persecuciones, masacres y éxodos forzosos desde sus orígenes en el norte de Irak. En el último genocidio de este pueblo, perpetrado por el Estado Islámico en 2014, unos 100.000 Yazidíes supervivientes emigraron a Armenia y se establecieron allí. Si bien el Gobierno armenio ha implementado medidas para integrarlos y protegerlos, en la práctica no es así: los Yazidíes viven en comunidades cerradas y marginales, entre la desprotección y el olvido.