Tras una compleja labor de circunnavegar el mundo, la Armada iraní confirma que ha iniciado una nueva era en sus maniobras y capacidades.
Se trata de la 86.ª flotilla de barcos, compuesta por el destructor de fabricación nacional Dena, y el buque base avanzado Makran.
Bajo una misión denominada “360 grados” estas maquinarias marítimas zarparon de la ciudad portuaria de Bandar Abás, al sur de Irán, el 20 de septiembre de 2022, y acaban de regresar a la nación persa luego de una travesía por los océanos Índico, Pacífico y Atlántico y unos 30 países.
En primer orden para la República Islámica esta proeza significa un éxito en la historia del país, tomando en cuenta que la destreza marítima es uno de los factores más significativos del poderío militar iraní; y en segundo orden haber finalizado su misión en alta mar aun cuando Irán está sujeto a las sanciones occidentales.
De esta misma forma el país persa demuestra sus fortalezas para navegar y garantizar la seguridad de sus aguas, más allá del papel que se ha autoimpuesto Occidente en el intento de control e injerencia en aguas internacionales.
En esta edición de Detrás de la Razón por HispanTV, analizamos lo que ha representado esta misión para Irán y sus Fuerzas Armadas.
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