Nasrin Sotoudeh lleva casi cuatro décadas luchando por los niños, las mujeres y los perseguidos en Irán. Esta abogada y activista por los derechos humanos, arriesga su libertad una y otra vez. Su compromiso la ha convertido en un símbolo de resistencia y esperanza.
Ni siquiera una sentencia a 38 años de prisión y a 148 latigazos ha podido detener la lucha pacífica de Nasrin Sotoudeh. En este reportaje, una cámara oculta la acompaña en su misión y muestra aspectos desconocidos de Irán. Hace tiempo que se la compara con otros grandes activistas por los derechos humanos, como Nelson Mandela. La hija de Nasrin, Mehraveh, de 21 años, secunda su batalla.
Junto con la nobel iraní Shirin Ebadi, Nasrin fundó en 2006 el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos en Irán. En 2010 fue detenida por defender a manifestantes de un movimiento opositor. Un año después fue condenada a once años de prisión. Tras protestas y llamados al gobierno iraní en todo el mundo, fue liberada con anticipación a principios de 2013.
Pero en 2018, esta ganadora del Premio Sájarov de Derechos Humanos volvió a la cárcel, acusada de divulgar "propaganda contra el Estado". Pero incluso desde la temible prisión de Gharchak, al sur de Teherán, esta mujer de 57 años prosigue su lucha pacífica contra la injusticia. Nasrin protestó con una huelga de hambre de casi 50 días contra las condiciones de los presos políticos durante la pandemia de coronavirus.