Veinte años atrás, una coalición liderada por EU invadió Irak, y tras tantas víctimas y desplazados, tras el auge del terrorismo, la fragmentación territorial, el colapso económico y la destrucción material, el país sigue estando lejos de las promesas de libertad y prosperidad que G. W. Bush hiciera a bordo de un portaviones. Demasiados males para tan pobres resultados, lo que no es de extrañar cuando la principal razón para una invasión es un tubito con detergente y toneladas de mentiras.