Más sequía extrema se turna con más lluvias torrenciales. El cambio climático parece estar agravando este fenómeno en Costa Rica -como parte del conocido Corredor Seco centroamericano- y amenaza de forma constante a la población de la región. Bajos ingresos, desempleo e inseguridad alimentaria son algunos de los problemas que esta crisis climática ha traído al paraíso costarricense.