Juana de Castilla fue la reina con peor suerte de nuestra historia. Pudo ser la soberana más poderosa de su tiempo: reina de Castilla, León, Granada, Aragón, Navarra, Sicilia y las tierras de ultramar. Pero fue traicionada por todos los hombres de su vida: por su padre el rey Fernando el Católico, por su marido el archiduque Felipe el Hermoso y por su hijo el emperador Carlos.
Los tres ambicionaban algo que solo pertenecía a Juana porque, tras la muerte de Isabel La Católica, ella era la única propietaria de Castilla. Y los tres lo hicieron todo para anularla de todas las formas posibles. Crearon la leyenda de su locura para quitarle todo cuanto era legítimamente suyo y la confinaron durante 46 años en el castillo de Tordesillas. Ninguno se apiadó de ella. Sin embargo ella logró resistir hasta el final.
Esta es la verdadera historia de Juana I de Castilla. novelada por la genial escritora María Teresa Álvarez.