Si Canadá acusara a Rusia de un crimen, Washington no tardaría ni un segundo en saber qué versión respaldar y de qué lado ponerse. Pero resulta que a quien acusa Canadá de un asesinato es a la India… y Washington luce peculiarmente callado, discreto, desinteresado y hasta desorientado. ¿Qué está pasando?
Visita: www.ahilesva.info