Durante décadas hemos reflexionado sobre lo que Hannah Arendt llamó el colapso moral de la población alemana, que sabía y no sabía lo que estaba ocurriendo en los campos de exterminio sin rebelarse contra ello. Hoy estamos frente a una limpieza étnica transmitida por televisión y rebotada en las redes, pero la comunidad internacional no sólo no se rasga las vestiduras, sino que, en muchas ocasiones, se suma a los aplausos. Luego nos preguntaremos apesadumbrados cómo pudo ocurrir una cosa así sin que nadie moviera un dedo, cómo se pudrió el derecho internacional y el alma de Occidente. El ultimatum del Estado de Israel ya ha concluido. Un millón de personas intenta abandonarlo todo para huir de la matanza, sin agua, comida, electricidad ni combustible. Y mientras los bombardeos continúan.
Aprovechamos en este video para enlazar con la dramatización que Juan Diego Boto, Olga Rodriguez y Nacho Vegas hicieron del poema de Santiago Alba "Los dueños de todas las listas", en el año 2014. Estremece comprobar su terrible actualidad.