Imad, su hermano y su madre pasaron más de dos años cautivos de Estado islámico. Finalmente, la familia Yazidí fue rescatada y vive desde entonces en un campamento en el Kurdistán iraquí.
Pero Imad, de cinco años, está lleno de agresividad. Rechaza con vehemencia cualquier acercamiento y habla árabe en lugar de kurmanji, su idioma materno. El reportaje acompaña a Imad en su difícil camino y muestra las secuelas psicológicas de las traumáticas experiencias y la violencia sistemática. Las dificultades que enfrenta la familia son un ejemplo del sufrimiento que soportan miles de hombres, mujeres y niños yazidíes.