652 utenti


Libri.itJEAN-MICHEL IL SUPERCARIBÙ E BABBO NATALE IN TREMENDO RITARDOIL GENIO DEI BIGODINIEDMONDO VA A SCUOLALINETTE – LA NUVOLETTAMADEMOISELLE SOPHIE O LA FAVOLA DEL LEONE E DELL’IPPOPOTAMO
Emergency

Fai un link ad Arcoiris Tv

Fai un link ad Arcoiris Tv

Utilizza uno dei nostri banner!












La voz del cuerpo en el arte de suceder - Masterclass con Mónica Valenciano

ArcoirisTV
1.1/5 (22 voti)
Condividi Segnala errore

Codice da incorporare

Dimensioni video

Scheda da incorporare

Riproduci solo audio:
Arcoiris - TV
¿Qué es lo que te mueve? Acerca de la reflexión qué podemos hacer ahora sobre la evolución y devenir del panorama de la Creación Contemporánea, y en especial, de la Danza en nuestro país.

¿Y qué es lo que nos mueve? La danza como una llamada a la presencia sensible, origina su apelación desde la manifestación orgánica del cuerpo, como lugar de resonancia.
Atendemos, entonces a la realidad de un entramado, comprendiendo las conexiones, dadas entre la investigación o experiencia creativa, del suceder como proceso vivo.
Teniendo en cuenta, al mismo tiempo, los condicionamientos generales marcados, de acuerdo, a la velocidad y exigencias del mercado, no deja entonces de entrañar y extrañar algo, que resulta, a su vez, tan inhóspito como paradójico.

¿Es tiempo de qué?
Ahora desde la visión, perspectiva, que el tiempo ofrece como experiencia, diría:

Si, entonces, la revolución estaba en la pura supervivencia creativa, la revolución ahora sería respirar en lo hondo de ese sentido, que relaciona el cuerpo de la palabra misma desde su más íntima conexión: respirar - espíritu - ritmo – soplo.

Como posibilidad de habitar un presente que se nos escapa, un presente asfixiado, atropellado, deshabitado, por lo tanto, esencialmente desconectado.

El tiempo, cada tiempo, ya lo viene proponiendo en sus Supervivencias Aby Warburg. “Como modo de armonización posible se ofrece en la lectura de sus síntomas“.

Así, también, sintonizar con el tiempo supone hallar presencia, respirar en el sentido de aprender a acompañar el tiempo, algo que implicaría a su vez la capacidad de habitar cualquier espacio, como manera de experimentar, descubriendo, tal vez, a no saber también se aprende.
De este modo, la respiración, que todo proceso requiere como organismo, viene a ser como en el pálpito de la naturaleza misma, cuando una cuestión emerge como llamada, convoca en nosotrxs la disponibilidad de atender a su escucha, ser o no es y no ser es.

¿Tiempo de qué?
En palabras de Chantal Maillard “Hemos ido perdiendo la escucha y la atención corporal, desde que el pensamiento se ha independizado del cuerpo, nuestro mundo se ha hecho menos habitable, desde la reivindicación de ese antiguo saber del cuerpo, de esa intuición que es como lo indicaba antiguamente el vocablo "aprehensión perceptiva", estaríamos abogando por la reeducación de la sensibilidad corporal, cultivarnos en esa temporalidad del suceder.

Tal vez sea cuestión de escucha y no de discurso, pues el verdadero acto creativo sucede a la escucha, hace falta recuperar lo lúdico para la vida”
Cierto es, que experimentar ahora, para compartir una visión perspectiva a través del tiempo no es algo que se ofrece desde una lógica lineal, sino más bien constelativa, ramificada, tejida de múltiples trayectorias, capas, planos y volúmenes, contenidos a su vez de profundidad y expansión. Sería como un baile en sí mismo.

Deviene en la circulación de múltiples tiempos y espacios, como transmisión impregnada de la memoria urdida en presente.
Imagino entonces el suceder hoy en este encuentro, como invitación a un baile que contempla, desde la respiración de esa mirada del cuerpo, operando a través del movimiento espontáneo de un zoom, al que llegarán sensaciones e imágenes que viajan, al entrar de pronto por el cuerpo de un detalle, encontramos una visión panorámica, que se torna intima, o se ensancha, gira, se suspende, tropieza, se pierde o relaciona.

Comprender, así, que todo tiempo ofrece en sus diferentes puntos de vista, un campo sembrado de posibilidades y limitaciones, la cuestión entonces sería como aprendemos a situarnos, pues gestionar las limitaciones implicaría atender a las posibilidades.

Experimentar el arte de suceder, como disponibilidad del cuerpo a la experiencia sensible, conlleva entonces permitirse entrar en un estado de juego, generando, condiciones de posibilidad hacia un devenir de relaciones posibles, donde crear espacio se torna condición indispensable.

El acto creativo se realiza entonces canalizado a través de nosotrxs.
De la misma manera el arte se nutre del juego, la vida se ofrece, ahí donde uno se delata descubriéndose olvidado de sí, como cuerpo a tientas, atento.

Sucediendo desde esa interrogación, convocante, como presencia alcanzada por el instante.

Un danzar que no explica, sino que implica, desplegando en esa suerte de aventura al encuentro, una potencialidad de aquello que, a través de la puesta en juego como estado de presencia, es capaz de liberarse en nosotrxs.

Visita: www.lacasaencendida.es


Per pubblicare il tuo commento, riempi i campi sottostanti e clicca su "Invia". Riceverai una email con la richiesta di conferma.