Cada vez que jugabais a los Sims, a Skyrim o a vuestro videojuego favorito, poníais vuestro granito de arena para que los físicos pudieran ejecutar complejísimos cálculos que de otra manera serían inabordables. Los gamers habéis ayudado a entender mejor las reglas cuánticas que gobiernan a los núcleos de los átomos. ¿Cómo es esta extraña relación posible?