Impresionante belleza, donde está representado todo el repertorio de la naturaleza: montañas nevadas, fiordos, bosques, playas, bahías y, sobre todo, glaciares, además de un importante número de animales salvajes. La Bahía de los Glaciares es un paraíso para los investigadores. Apenas hay otro lugar en el mundo donde se puedan observar animales salvajes en sus hábitats vírgenes. El biólogo Chris Gabriel ha documentado la migración de la ballena jorobada durante más de 30 años y puede distinguir a los animales por sus aletas caudales. Sin embargo, la guardabosques Tania Lewis tiene que sortear las montañas para encontrarse con sus crías: lleva vigilando la población de osos en la Bahía de los Glaciares desde 2001. La fotógrafa Kim Heacox está continuamente en busca de los motivos más impresionantes del parque y los capta con su cámara. La Bahía de los Glaciares es uno de los últimos paraísos naturales salvajes y vírgenes de la Tierra; una obra de arte natural que representa la fascinación y el desafío tanto para el hombre como para el animal.